El cráter de Darvaza se formo durante una exploración petrolera en 1971 por geólogos soviéticos que perforaron una capa de gas natural en Turkmenistán. El suelo de arena y arcilla colapsa, creando un cráter de 69 metros de diámetro y 20 metros de profundidad, el gas metano y otros hidrocarburos escapan acumulándose en el cráter. Los geólogos prendieron fuego al gas para evitar una explosión y ha estado ardiendo desde entonces. Con temperaturas de 38°C en superficie y hasta 1.000°C en el fondo.
Ubicado en el Desierto de Karakum, en Turkmenistán. Donde las rocas alrededor de la zona son sedimentarias del Cretácico y Paleógeno, entre ellas calizas, arenisca y esquisto (esta última metamórfica). En la zona existe abundantes hidrocarburos, gas natural y petróleo.
Se estima una reserva de 700 millones de toneladas de petróleo en el campo sur cercano de Yolotan-Osman, con una producción de aproximadamente e10 millones de toneladas al año. Mientras que de gas natural se estima en 27 billones de metros cúbicos en el campo cercano en Galkynysh, con una producción de 75 mil millones de metros cúbicos al año. Este último es un gas seco con alto contenido de metano (95%). Siendo la región una de las cuencas sedimentarias (Amu-Darya) más grandes del mundo.
El impacto al medio ambiente es significativo, emitiendo gases como metano, CO2 y otros de efecto invernadero lo que contribuyen en el cambio climático. Por otro lado las aguas subterránea y superficiales se ven afectadas por derrames de petróleo y otros productos químicos. La construcción de infraestructuras y actividades extractivas perturban los hábitats naturales, y se estima que aproximadamente 250 toneladas diarias de metano son liberadas a la atmósfera. Dentro de los impactos positivos las empresas emplean tecnologías para reducir la emisiones y contaminación, el país invierte en energía solar y eólica para diversificar su matriz energética, y se crean reservas naturales y parques nacionales para conservar la biodiversidad.